BOUAKE / Llega al banco en un BMW con los cristales tintados. El sargento Traoré hoy no lleva arma ni uniforme. Saluda a otros militares, también de civil, que han llegado en sus motos para cobrar, seis años y dos motines después, su prometida “prima de guerra”.
https://elpais.com/internacional/2017/05/22/actualidad/1495444372_990437.html